Los chinos tienen una larga historia en México. Hoy en día tienen una presencia significativa como grupo étnico residente. La comida china fue bien recibida en nuestro país y su influencia se ve reflejada en diversos platillos hasta el día de hoy.
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La importancia de la comunidad china en México
La migración a gran escala comenzó a fines del siglo XIX, cuando México era un país en rápida expansión que necesitaba mano de obra barata.
Según los registros de inmigración, más de 60,000 chinos emigraron para trabajar en los campos de maíz, las minas y para establecer ferrocarriles.
Otro catalizador fue la Ley de Exclusión China de 1882 de los Estados Unidos, que cerró las puertas de golpe y obligó a los aspirantes a viajar hacia México.
La intolerancia y la xenofobia en el siglo XX
Para 1920, los chinos eran el segundo grupo de inmigrantes más grande de México y se habían extendido en todos los rincones del país.
Las comunidades densas echan raíces en los pueblos fronterizos del norte como Mexicali, en las ciudades portuarias de Veracruz, y al sur, en Chiapas. México promulgó sus propias medidas de exclusión en 1930, lanzó una campaña antichina y en 1931, la expulsión total.
La órbita comercial transnacional y la comida china
Los expulsados fueron invitados oficialmente en los años 50, pero hubo algunos chinos que se quedaron. Apoyados por vínculos con mayoristas chinos en el continente y en Estados Unidos, establecieron una órbita comercial transnacional.
Esta red intraétnica ayudó a la contratación laboral y al comercio comercial a través de múltiples fronteras.
Dentro de sus comunidades locales, almacenaron ingredientes chinos y construyeron restaurantes para dar a conocer platillos como el arroz chino y el pollo kung pao. ¡La comida china llegó para quedarse!
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